¿Qué te ha mantenido, en esta carrera, durante tanto tiempo? AG: Yo creo que mi estadía es por hacerlo con mucho amor y necedad y lo más importante el público, he visto desfilar a muchos artistas que han cambiado el formato de su música en función de que los toquen en el radio y yo sigo estando en pie de lo que le gusta al público de Ana Gabriel. ¿Quién nació primero la intérprete o la compositora? AG: La intérprete porque tengo recuerdos de cantar desde que tenía seis años y mi primera canción la compuse a los doce, se llamaba “Para los dos”. Ana Gabriel, ¿está dispuesta a dar amor? AG: Sí desde muy chica pero al amor no solo a una persona, sino a lo que te rodea, a mis padres, mis hermanos, mis amigos, a mis perros, siempre he estado dispuesta a dar amor y sobre todo a recibir, yo creo que ahora lo recibo mas abierta del corazón, sin tanto miedo, he vivido el amor sin estar enamorada porque hice esa canción sin estarlo, mis padres llevan 57 años de casados, mis hermanos y hermanas están con sus parejas desde que yo recuerdo, inclusive tengo una hermana mayor que duró 8 años de novia y lleva 30 años de casada, he visto todo eso, así crecí sin pleitos. ¿Cuál ha sido la relación mas duradera de tu vida? AG: Conmigo misma que me he soportado 45 años (risas) pero si hablas de una pareja, he sido muy estable con mis relaciones.  Tengo tu disco en mis manos, ¿como llegas al título de “Huelo a soledad”? AG: En el año 99 para que naciera el 2000 y por voluntad propia, me quedé sola en mi casa en plenas navidades y empecé a apreciar lo que estaba viendo en esas cuatro paredes, tantos anuncios te empiezan a robar algo tuyo y me negue a todo eso, apagué televisiones, no escuché música y entré en un hoyo sin encontrar el fondo hasta que por fin una mañana me ví al espejo y me quedé helada porque no sabía quién era, empecé a hurgar dentro de mi y así nacío esa canción, porque textualmente olí a soledad.  ¿A que huele la soledad? AG: Huele a depresión, a abandono, huele a viejo, a amargado, a fotos amarillas, a recuerdos que no te dejan nada bueno y a bloqueamiento de la mente, así olía Ana Gabriel. ¿Qué tiene Ana Gabriel? AG: Fue exactamente la pregunta que me hice aquel día en mi cama, ¡nada!, me contesté, solo muchas cosas materiales y a mis perros.  ¿Qué hueco llenan tus perros? AG: Todos porque la forma en que yo los amo es como si fueran mis hijos, yo no parí, no tuve la fortuna de traer a un ser en el vientre, entonces todo ese amor frustrado se los doy a ellos, para mi es lo mismo, con la misma intensidad, la misma grandeza y la pureza de ese sentimiento, esa es la verdad, no tienen dos patas tienen cuatro patas y la única diferencia que existe entre la niña y los perros es que ella habla y los perros ladran. ¿Por qué la maternidad se convierte en un amor frustrado? AG: Porque la desconozco aunque Dios me lo dio de otra manera y así lo acepto con todo orgullo, antes yo quería ver una continuidad mía, ahora me quedo con lo que soy y con lo que tengo, él solo sabe porque son las cosas como son.  ¿Con que cantas? AG: Con el alma.  ¿Tu voz tiene más imagen que tu persona? AG: Sin duda, yo tengo la fortuna de salir a la calle y nadie me reconoce, soy un camaleón divino, mientras no hable nadie sabe.  ¿Tienes ascendencia china? AG: Mi mamá es china y mi padre se ve como chino después de tantos años juntos se pega, se parecen en actitudes y modismos, y yo soy más china que mi madre, los genes me jalan muy fuerte con las cosas orientales, mi abuelito decía que yo tenía una especie de misterio en mi personalidad y el fue el primero que me dio el consejo de cantar, tuve una tía abuela que fue cantante de ópera y famosa en China entonces de ahí vienen los genes de sentir lo artístico, él fue el primero que me dio los consejos de cómo usar la voz para no lastimarla.  ¿Perduran las costumbres en tu familia? AG: Nunca tuvimos costumbres chinas, ni mi abuelo quería ya hablar chino, creo que el quiso olvidar la forma como tuvo que dejar su país por la guerra de China, los mandaron en barcos como ratas, llegaron a San Francisco California y ahí los amenazan que los van a deportar y empiezan a desplazarse, a huír y llegan a un pueblo de Sonora que se llama Agua Prieta y formaron un pueblito que no aparece ni en el mapa y se llama Comanito, ahí es donde se refugian y hacen su familia.  ¿Qué significa para ti una guitarra? AG: La cómplice mas grande que tengo, es la que le da el sonido a mi voz , es la que me escucha a la hora que yo quiero, es una buena amante, es una complicidad muy grande la que existe entre las dos, siempre está en la esquina de mi habitación nada mas para tomarla, siempre me está observando y yo a ella. ¿Cuentanos la historia de la canción Desencuentro de tu disco? AG: Esta canción se hizo para una telenovela del señor Ernesto Alonso pero finalmente no se quedó y se puso una canción que interpretó Daniela Castro, porque el señor Alonso me preguntó ¿qué es un desencuentro?, esa palabra no está en el diccionario porque es un no encuentro, entonces no hay desencuentro, y la metí en el disco. ¿Cómo bajaste de peso? AG: Cerrando un poquito la boca, me mataban los cacahuates japoneses y me los tuve que quitar , hice mucho ejercicio y deje de ponerme el tratamiento de hormonas para el embarazo. ¿Deseaste ser mamá? AG: Desde siempre dije que quería ser mamá sin casarme, lo intenté mucho, primero lo natural y no pude por mi matríz y fíjate que no soy estéril entonces empezamos por medio de medicina y tampoco, por medio de reloj, de ahorita puedo corre y no pude, después intentamos la inseminación in vitro, hasta que por fin desistí de hacerlo pero creeme hice todo con tal de sentir algo en mi vientre.  ¿Has perdido alguna vez la voz? AG: Cuando me avisaron lo de las piernas de mi padre, cante ese día pero no me salía la voz para comunicarme con el público, como que se desprendió mi conciencia de mi persona, después de ese show me fuí al auditorio de Tijuana y toda la gente con encendedores me dió luz, pude cantar pero no podía agradecer..  ¿Qué le pasó a tu padre? AG: ¿Sabes que mi padre perdió las piernas por el colesterol y la diabetes?…exactamente está cumpliendo 11 años, ha sobrevivido muy bien, sigue en Sinaloa, sobre todo las dietas son difíciles aunque luego anda con sus pecadotes, nunca ha necesitado la insulina. Estás en un hotel a punto de cantar y recibes una llamada que cambia tu vida… AG: Sí, la llamada del médico para pedirme autorización para amputarle las piernas a mi papá…lo tengo que decir, así fue, era su vida o era su muerte y yo quería tener un padre vivo…  ¿Qué pasa cuando el despierta del que le llaman “ el fantasma”? AG: A Diana y a mi nos tocó el despertar de él de ese fantasma , que es cuando alguien pierde una parte de su cuerpo les queda un fantasma visual que lo siguen viendo aunque no lo tengan y el dolor lo sigue sintiendo, después de muchos años le pregunté “papi, ¿como no te dabas cuenta que no tenías piernas?” y contestaba “es que yo pensé que las tenía dobladas” les cuesta mucho trabajo desprenderse de algo que han visto siempre.  ¿Cuál ha sido la pregunta más fuerte que te ha hecho tu padre? AG: Hay una comunicación muy fuerte entre él y yo y en una ocasión el me preguntó que si él hubiera estado conciente y hubiera decidido que no le cortaran sus piernas aunque se hubiera muerto, ¿si yo lo hubiera permitido?, y le dije pues es tu vida, no la mía, le dije lo que el quería escuchar. Pero ahora lo invierto si en vez de ti hubiera sido yo, ¿que hubieras decidido por tu hija? , y me dijo “lo mismo que tu” entonces estamos a mano. Es un hombre encantador y ha dado muestras de mucha fortaleza.  ¿Qué pensabas en ese escenario, mientras cantabas? AG: Que mi público con él que siempre he compartido mis tristezas, mis alegrías, mis canciones esa noche era mi cómplice, sentí su apoyo ante todo lo que me estaba pasando. Tijuana ha sido muy importante para mí porque además de mi nacimiento como artista esos momentos difíciles ahí estaba la gente conmigo. ¿Eres una mujer muy hogareña? “Definitivamente. Cuando no estoy trabajando me encanta estar al lado de mi familia, hacer lo que me gusta: estar en casa y disfrutar de los míos, de mis muebles, en sí de todo lo que no haces cuando estás trabajando”. ¿El cine, el teatro, la radio o la televisión? “La radio. Creo que es mágica, porque al escuchar las voces te puedes imaginar miles de cosas”. ¿En quién crees? “En Dios”.